Miles de residentes de Puerto Rico sufren “daños irreparables” debido a que son excluidos del programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI, por sus siglas en inglés) por vivir en la Isla, donde existe un por ciento de adultos mayores más alto que los estados de Estados Unidos.
“La denegación del SSI por parte del gobierno federal a los residentes de Puerto Rico deja a miles de ciudadanos mayores, discapacitados y ciegos calificados luchando por sobrevivir solo porque viven en Puerto Rico”, denunció una moción de varias organizaciones influyentes de Estados Unidos, radicada ayer como “amigo de la corte” ante el Tribunal Supremo federal, en el caso del SSI de Luis Vaello Madero.
El reclamo fue firmado por entidades como la organización de personas retiradas AARP, el grupo Justice in Aging y la Asociación Nacional de Representantes de Peticionarios de Seguro Social, que recoge a 2,500 personas, mayormente abogados.
Asimismo, citaron estudios que plantean que en Puerto Rico un 40.2% de las personas sobre la edad de los 60 años vive bajo el nivel de pobreza.
De igual forma, destacaron que la tasa de adultos mayores con discapacidad en Puerto Rico “está entre las más altas” en Estados Unidos. En el 2016, un 49% de las personas en esa población presentaron al menos una discapacidad.
En la moción también resaltaron que, según datos del 2015, un 22% de los adultos en Puerto Rico no recibió al menos una de las tres comidas que se recomiendan por día ante la falta de recursos, esto en momentos en que el gobierno de la Isla no había comenzado a aplicar medidas de austeridad por la crisis fiscal.
“En 2019, la tasa de pobreza en Puerto Rico fue un impactante 43.5%, aproximadamente cuatro veces más que el promedio de 10.5% en los 50 estados y el Distrito de Columbia”, resalta la moción.
Ante ese escenario, señaló que el gobierno de Puerto Rico no cuenta con los recursos para atender esas necesidades en momentos en que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) impulsa recortes en el gasto público.
“Múltiples tribunales federales han reconocido que para las personas que viven en un nivel de subsistencia, la negación de los beneficios federales puede causar un daño irreparable”, planteó la moción, citando varios casos previos.
Uno de esos casos planteaba que “la pérdida de $ 172 al mes y tal vez parte de la atención médica no se puedan compensar con la entrada posterior de una sentencia monetaria”. Otra decisión judicial manifestó que “para quienes se encuentran sumidos en la pobreza y viven en una situación de desventaja financiera, incluso una pequeña disminución en los pagos puede causar un daño irreparable”.
Para agravar la situación, expuso ante el Supremo federal que en la Isla también hay otros beneficios federales limitados por ser un territorio.
“Debido a los límites federales en el programa Medicaid de Puerto Rico, no hay cobertura de servicios de atención a largo plazo bajo el programa Medicaid de Puerto Rico, lo que hace que la necesidad de SSI sea aún más apremiante”, apuntó la moción.
Los grupos resaltaron que, precisamente, la atención a largo plazo representa “un tercio de los gastos de Medicaid en los 50 estados”.
“Puerto Rico no estará equipado para atender las necesidades de una creciente población de adultos mayores y con discapacidades sin el acceso al SSI”, argumentaron las organizaciones.
Las entidades le recordaron al Tribunal Supremo federal que por el trato distinto que recibe Puerto Rico, el gobierno de la Isla ha tenido que emitir deuda pública para cubrir los gastos de Medicaid, que es mayor que cualquier otro estado.
En ese sentido, señalaron que de los $70,000 millones de la deuda del gobierno de Puerto Rico, un tercio está relacionada con asuntos de salud.
“La exclusión de los residentes de Puerto Rico del programa SSI, y los fondos severamente limitados para Medicaid, han perturbado seriamente la economía puertorriqueña”, sostuvo la moción.
“Clasificar a un grupo de personas pobres y médicamente necesitadas en nuestra nación como (ciudadanos de) ‘segundo nivel’ simplemente porque residen en Puerto Rico no es algo racional y no sirve propósito alguno”, afirmó.