Por El Vocero – El debate en los Estados Unidos sobre si se otorgan los beneficios del Seguro Social Suplementario (SSI, por sus siglas en inglés) a los ciudadanos americanos que residen en Puerto Rico es uno de derechos civiles el cual recalca, nuevamente, la disparidad de nuestra condición colonial.
¿Quiénes se beneficiarían más con la entrada del SSI en Puerto Rico? Sencillo: las personas con necesidades especiales, los más vulnerables.
Vamos a lo básico: el SSI es un programa federal que provee beneficios adicionales al Seguro Social a personas ciegas, discapacitadas y personas de la tercera edad con bajos o ningún ingreso. También brinda servicios de hospitalización y otras ayudas de salud necesarias.
El beneficiario promedio en los 50 estados de la unión recibe alrededor de $590 cada mes proveniente del programa SSI.
La realidad es que Puerto Rico podría recibir hasta $1,950 millones anuales, según un informe suscrito por la Oficina de Contraloría General (GAO) y publicado en 2014. El GAO estimó que si Puerto Rico fuera un estado, sobre 360,000 residentes en la Isla cualificarían para pagos de SSI.
Eso es una línea de ayuda necesaria tras el impacto de los huracanes Irma y María en septiembre de 2017, los terremotos de 2020 y la actual pandemia del covid-19.
En la Isla se estima que existen alrededor de 950,000 personas con necesidades especiales, muchas de las cuales calificarían para algún tipo de beneficio con este programa. El SSI proveería una línea de asistencia adicional a los más necesitados. Es algo justo que no se le puede negar a los ciudadanos americanos por ser residentes del territorio de Puerto Rico.
Actualmente en la Isla se reciben fondos federales a través del Programa de Ayuda a Personas de Edad Avanzada, Ciegos e Incapacitados (AABD, por sus siglas en inglés), lo cual representa, en promedio, unos $74 mensuales por persona. En total, solo unas 35,000 personas cualifican para la ayuda de este programa.
Con el SSI, el universo aumentaría casi 10 veces y los beneficios aumentarían en un 600%.
Como presidente de la Cámara de Representantes abogué el cuatrienio pasado ante el Congreso para que extendieran a Puerto Rico los beneficios del programa SSI.
En 2017 enviamos comunicaciones oficiales al entonces speaker de la Cámara de Representantes federal, Paul Ryan, así como al portavoz de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, solicitando la inclusión de la Isla en este programa vital.
Hoy reiteramos este pedido. Nos unimos a la comisionada residente en Washington, Jenniffer González y el gobernador Pedro Pierluisi en sus gestiones a favor del SSI, lo que incluye radicación de recursos ante el Tribunal Supremo federal.
Además, reclamamos que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden (demócrata) cambie de postura y avale la inclusión de la Isla en el SSI de manera expedita. Se vería bien mal que el Tribunal Supremo de nuestra nación les diera a los ciudadanos americanos que residen en Puerto Rico los beneficios de este programa a pesar de las objeciones del presidente.
Nuevamente, este asunto del SSI demuestra que la actual condición colonial de Puerto Rico lo único que hace es entorpecer nuestro crecimiento como sociedad. Si fuéramos estado, el SSI —al igual que decenas de otros programas— serían automáticos para nuestra gente. Ahora solo podemos suplicar y reclamar.