Los nuevos dueños del Normandie, The Ishay Group, LLC:

Por: José Enrique Fernández Bjerg

 

        La saga del Hotel Normandie pica y se extiende, y con ella el largo historial de transacciones cuestionables de nuestro Gobierno. En esta ocasión es el Municipio de San Juan quien se encuentra en el ojo del huracán.

       El pasado 13 de febrero de 2023, el Municipio arrendó una parte extensa del Escambrón, incluyendo el histórico Estadio Sixto Escobar, a “The Ishay Group, LLC”, una corporación desarrolladora de bienes raíces de Nueva York. El contrato es por un término original de 30 años, más tres (3) términos adicionales de 15 años cada uno, renovables a discreción completa de Ishay. El contrato entonces efectivamente concede a Ishay el control de una parte significativa del Escambrón por los próximos 75 años.

          El Municipio otorgó este contrato a Ishay, sin invitar a otras compañías y obviando el procedimiento ordinario de subasta pública, estimando que “el interés público” así lo requería. Entonces, ¿quién exactamente es “The Ishay Group, LLC”? ¿Cómo entraron en relación con el Municipio? ¿Qué “peritaje” posee esta compañía que los convierta en los mejores candidatos de un proyecto tan importante?

          El contrato, además, le concede la facultad a Ishay de enmendar el Plan de Desarrollo del proyecto “de tiempo en tiempo”. También, aunque Ishay ha expresado públicamente que consultará con el CenCOR (“Centro de Conservación y Restauración de Puerto Rico”) para la preservación de las partes del Normandie histórica o culturalmente valiosas, Ishay aún no ha expresado cuáles recomendaciones de CenCOR acogerá, si alguna.

          La ausencia de transparencia en transacciones municipales no puede estar completa sin intrigas sobre el uso adecuado de fondos públicos. El contrato dispone que el Municipio utilizará “sus mejores esfuerzos” para ayudar a Ishay a conseguir fondos federales para el proyecto. La pregunta inescapable es: ¿cuáles y cuántos fondos públicos le dará el Municipio a Ishay para este proyecto de lujo? ¿Con respecto a cuáles fondos federales desplegará el Municipio sus “mejores esfuerzos” para ayudar a Ishay?

          Además, es un dato público que el Municipio ya ha invertido no menos de $400,000 de su dinero para la demolición de áreas del Escambrón, para hacer paso a la obra de Ishay (aun antes de que Ishay haya obtenido todos los permisos necesarios y sin que la obra haya comenzado)

Pero quizás los términos más preocupantes del contrato tienen que ver con la “discreción exclusiva” que el Municipio le obsequia a Ishay de abandonar la obra si éste así lo desea. Ishay tendrá la “discreción exclusiva” de abandonar el proyecto en los siguientes supuestos:

1. Si al proyecto no se le otorgan todos los permisos que Ishay quiere “en la forma y manera que le sean aceptables”, Ishay puede cancelar el contrato.

2. Si, luego de comenzada la obra, Ishay queda insatisfecho con el resultado de cualquier “prueba o investigación” que lleve a cabo, Ishay puede cancelar el contrato.

3. Si alguna condición del proyecto le impone “restricciones o imposiciones onerosas” al negocio de Ishay, Ishay puede cancelar el contrato.

Estos términos suscitan la pregunta genuina de si estamos ante un contrato indebidamente firmado.

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